PORTADA LUEGO TAL VEZ, SEGUIR ANDANDO
PORTADA LUEGO TAL VEZ, SEGUIR ANDANDO

El que camina, lo hace con el espíritu

Por Mónica González Velázquez

 

Los libros no sólo son una congregación de palabras y conceptos, también en ellos hallamos un metalenguaje, que lejos de llevarnos a conocer mundos maravillosos o de ensueño, nos llevan al encuentro con la realidad, la que todos los días esquivamos porque no es idílica.

En la búsqueda de lecturas que me seduzcan, me encontré con Luego, tal vez, seguir andando de Aldo Rosales (Rio Arriba, 2012). Cómo editora y lectora de poesía, puedo acotar que en la actualidad, existe una literatura generalizada, que persigue romper con todos los estigmas y ganar terreno a los límites que se nos imponen cotidianamente. En ésta publicación que no es de poesía, sino de cuentos, me atrapa la honestidad de la expresión, el distanciamiento entre el momento de lo vivido y lo que se piensa de lo que vendrá, donde todas las situaciones hallan en la fuerza que nace del desasosiego, la materia prima se plasma en los diecinueve cuentos que integran el libro.

Conforme avanzamos la lectura, nos enfrentamos como diría Mallarmé “con un duro golpe de dados contra la mesa”. La vida es una apuesta que se juega y constantemente se pierde en un mundo colérico, un parámetro que nos permite comprender cuál es nuestra posición vital ante el mundo.

En el primer relato, se habla del hijo, el padre y el espíritu santo. Los tres son uno y la imagen es la misma: Alma Mundi, el espíritu alcanza a diferirse amortajado. Cito:

Murió de asfixia, el corazón le apretó los pulmones y dejo de respirar, así es cuando se ama mucho a alguien.

La sola lectura de esta frase, ya nos sumerge en un estado de desasosiego, las historias se escriben en un estilo prosaico y sacro, Aldo Rosales desenfrena la pluma y como en una anunciación caótica recrea. Cito:

Niños que son el blanco de violentas perversiones, un moderno Baltazar, indigente y con el hijo moribundo en el regazo; una anciana repulsiva y pederasta; un veterano de guerra, destazando cerdos como un enloquecido; un niño con la infancia coartada para poder subsistir vendiendo paletas en el camión; una madre y el hijo en la espera de un milagro.

Aldo nos confiesa ser un ávido lector de José Revueltas, escritor y activista político reconocido por sus obras El apando y El luto humano, así que muchas escenas se permean del estilo de Revueltas para nombrar la realidad social de México.

Vamos por el filo de los objetos, cómo por el doble filo de la palabra. La ciudad es un campo de batalla donde han de ser necesarios los dioses, la oración fuerte al espíritu santo, un salmo por los débiles de corazón y “Luego, tal vez, se deba seguir andando”.

 

Mónica González Velázquez

Ciudad de México a quince de abril de 2015.

 

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Aldo Rosales (Ciudad de México, 1986) es egresado de la licenciatura en Enseñanza de Inglés impartida en la UNAM, campus Acatlán. Actualmente radica en el Estado de México.


EN LAS HOJAS DEL ARBOL

FENÓMENOS O LA FENOMENOLOGÍA DEL MIEDO

 

César Rodríguez Diez. Poeta nacido en el Puerto de Veracruz (1967). Ha publicado los poemarios Último turno, El huracán nos pasa, Estaciones restauradas y Ojo de patio.

Fenómenos es su más reciente poemario, coeditado por Écrits des Forges, Mantis editores y Floricanto editores.

Dice Jorge Luis Borges, escribir un poema es ensayar una magia menor. El instrumento de esa magia, el lenguaje, es un azar misterioso.

En la cosmogonía de César Rodríguez Diez, existe esa magia, pero no hay un azar, hay una estructura bien organizada. Los fenómenos son las tragedias de la naturaleza humana y están representados, en la estructura de este libro, mediante seres mitológicos.

Parte 1. El golem, como Adán, personaje creado a partir de barro, y traído a la vida, mediante una chispa divina. Cito:

 

I

Si soy Golem

Un rayo milagroso.

Una palabra.    Dios

inestable remedo

me tiene atornillado.

Las manos traicionan el vacío que acercan.

Qué agitar de brazos y de bocas.

Costra en los labios

Que mi nombre arrastra.

Lengua polvosa hasta el origen

del infierno.

(Fragmento)

Parte 2. El minotauro, monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. Fue encerrado en un laberinto diseñado por el artesano Dédalo, hecho expresamente para retenerlo. Por muchos años, hombres y mujeres fueron llevados al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la bestia hasta que la vida de ésta terminó a manos del héroe Teseo. Cito:

 

¿Qué hay de estas fauces con respecto

A lo despedazado?

No entiendo el vacío que nos impone.

   Menos mi laberinto.

 

Parte 3. Los conjurados: en este apartado se habla de varios personajes de ficción, destacan tres que por relación literaria y cinematográfica, ya tienen una relación casi familiar.

El vampiro, según el folclore de varios países, es una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos (usualmente bajo la forma de sangre). Cito:

 

I

Habitantes de doble piel

Erguidos en la noche

Conjuran lazos de magnetismo azul

Sobre mi carne.

(Fragmento)

 

El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria, el más universal de todos los mitos. Según las creencias populares, el lobo puede permanecer con su aspecto animal únicamente por espacio de unas cuantas horas, generalmente cuando sale la luna llena. Cito:

 

 

I

Aprendí a unirme al pulso de los hombres

Laberinto de artistas.

Labios en muchedumbre.

Centelleantes miradas

tras esa nieve oscura de mis huellas.

(Fragmento)

 

Frankenstein, el más humano de los monstruos. Un ser creado a partir de restos humanos y traído a la vida mediante energía eléctrica. Cito:

 

No estaba previsto nacer dispar.

Atrever los pasos con pies hendidos en la bruma.

No seguir el vuelo oblicuo de palomas mensajeras.

Ser plaga de la horda con vísceras intactas

bajo el dedo ominoso de Dios.

(Fragmento)

 

Estos versos en conjunto, nos hablan de nuestras pasiones más primigenias. Somos bestias con el corazón hirsuto, pero en el fondo contemplamos la línea del cielo, reabastecemos nuestros sueños y continuamos, aunque la nostalgia, nuestro instinto; nos hunda bajo la noche.

 

 

Mónica González Velázquez

Colonia Guadalupe Tepeyac a 23 de septiembre de dosmilcatorce.

 


 

 

REVEN O LA BALADA DEL AMOR BALADI

Por Mónica González Velázquez

 

REVEN de César Cortés Vega

 

Vamos por el filo de los objetos, cómo por el doble filo de la palabra. Toca el turno a “Reven” poemario de César Cortés Vega, ganador del XX Premio Interamericano de Poesía Navachiste 2012. Libro conformado por treinta fragmentos o versículos que avanzan y retroceden, para mostrarnos lo negro y lo blanco de situaciones que apuntalan la voz de estos versos con carácter críptico y alusiones a Medusa, Goliat y David, personajes que dan cuenta de una ruptura con lo clásico y apuntalan el concepto general de este poemario de lirica en prosa libre; el cual desglosa estados de ánimo enrevesados y objetos de contemplación varios.

En la primera parte del poemario, el ritmo de la escritura, toma velocidad y al leerse en voz alta puede ser un mantram delirante. Cito:

Se filtra el reverso de esta versión mi cuerpo en una zona de permuta que se piensa a pedazos observo el cociente de un discurrir en círculos el abandono del reino de los sueños de una corte delirante basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura basura (y muchas veces más, lease basura).

Mientras la segunda parte, arroja versos de ritmo bajo. Cito:

el baile de la coronación

el fuego de las conversaciones

espectros presentes

mi recuerdo

un viento que es premonición

belleza mínima

caricia baladí.

Haciendo el análisis de estas dos primeras partes, viene a cuenta lo que Kierkegaard señala en su bitácora personal: “Las naturalezas excepcionales tienen una infancia y una juventud muy desdichadas, pues el hecho de que sean esencialmente reflexivas en aquella edad, nace de la más profunda de las melancolías. Pero se verán recompensadas, pues la mayoría de los hombres no llegan a ser espíritus reflexivos”.

Como apunta Kierkegaard, podemos señalar que la inquietud poética también nace de una necesidad subjetiva de querer expresarse para aliviar el dolor, el poeta americano Jack Kerouac por ejemplo, comenzó a escribir desde los ocho años, pues había vivido la muerte de su hermano cuando apenas tenía cuatro años. Este poemario de título “Reven” nos lleva a encontrar la contraparte de lo que conocemos cómo apocope de reventón o juerga. A primera instancia se piensa en aquello que va por la superficie de un estado de ánimo explosivo, pero luego nos encontramos que en lo más profundo de cada verso se analiza el continuo deseo de querer explotar para evadir una realidad no idílica. Cito: 

la explosión se ha producido en la torre los gritos cuerpos de mujeres niños hombres en llamas ha sido esa la señal y mi organismo se ha estremecido también pues la renuncia a la mezcla los indultos ahora es la amenaza de nuestra tranquilidad sin sentido…

La aorta es la principal arteria del cuerpo humano, La aorta da origen a todas las arterias del sistema circulatorio excepto las arterias pulmonares, que nacen en el ventrículo derecho del corazón. La función de la aorta es transportar y distribuir sangre rica en oxígeno a todas esas arterias. Nace directamente de la base del ventrículo izquierdo del corazón y, formando un arco llamado arco aórtico, desciende hacia el abdomen donde, a la altura de la IV vértebra lumbar, se bifurca en dos arterias, las ilíacas comunes o primitivas, que irrigan la pelvis. La aorta es una arteria elástica y, como tal, es muy flexible y extensible. Cuando el ventrículo izquierdo del corazón se contrae en la sístole inyectando sangre a la aorta, esta se expande. Este estiramiento confiere la energía potencial que ayudará a mantener la presión sanguínea durante la diástole, momento durante el cual la aorta se acorta positivamente.

Este poemario transporta sangre rica en oxígeno para alimentar el ventrículo derecho del corazón y a la vez, el ventrículo izquierdo en el que se expande un canto de pronunciado lamento beat. César Cortés Vega explora los terrenos de la poesía experimental, de ahí que en el flujo de sus versos se halle un símil de contemplaciones fisiológicas e incluso tecnológicas, cómo un señalamiento personal; además subrayo que la palabra se estructura como una pieza de estructuras funcionales y académicas, sin embargo el autor está reflejado en cada verso, es como la maquinaria perfecta de un reloj de cuerda que se compone de engranes y resortes para mover un minutero que nos indica la hora exacta, a veces no tan exacta, pero la hora de florecer o marchitarse ante una realidad no idílica.

 

REVEN

(Generación espontanea ediciones, 2012). Colección fractal

César Cortés Vega (Ciudad de México).Escritor y productor visual. Algunos de sus libros publicados son Abandona Sicilia (novela), espejo-ojepse (noveleta experimental), Periferias y mentiras. Textos sobre arte, banalidad y cultura (ensayo), Reven (poesía) Premio Interamericano de Poesía Navachiste, 2012. Ha compilado los libros Textos postautónomos, Citas caníbales y Anti/Pro canibalia. Coordina la publicación Ágora Speed; postliteraturas (http://agoraspeed.org). Ha expuesto obra visual en México, España, Japón, Ecuador, Irlanda y Dinamarca. (http://cesarcortesvega.com).

 

 

 

Mónica González Velázquez

Colonia Guadalupe Tepeyac a 25 de enero de dosmiltrece.


ATRAPADO EN LA NOCHE

(poema/rio)

O el eclipse de las palabras de Juan Nicolás Tineo

                                                                                     

Por Mónica González Velázquez

Lo más radiante encuentra su origen en lo más oscuro.

Desde el título de este poema de largo aliento, dividido en versículos para dar la estructura de una plaqueta, el poeta elige la noche como estado ideal para sumirse en la nostalgia y luego transformarla en versos. Cito:

La luna es un pez

yo, nocturno en el anzuelo.

 

Muchos escritores han escrito de la noche y desde ella, los versos del poeta mexicano Xavier Villaurrutia son una clara muestra de esta afirmación. Cito:

Todo lo que la noche

dibuja con su mano

de sombra:

el placer que revela,

el vicio que desnuda.[1]

 

Tineo no es la excepción, habla de la noche, la transcribe y también la habita desde la enunciación de recuerdos que nos cuentan su historia. Cito:

3  ½ Como buen hijo las responsabilidades asumidas

4. La escuela dificultad

5. La partida abandono del lar natal

6. El joven a cargo de una noche caribeña que

                                                                                           extraña

Evidente la nostalgia por la madre patria, evidente la relación amor-odio con la nueva residencia y evidente el deslumbramiento que provocan las grandes ciudades cuando cae la noche y se prenden todas las luces e iluminan los rascacielos.  Cito:

Reflexiona humo gris

el aburrido incienso

gime desde la alta mudez

la catarata tenue extiende brazos verdes

la belluga frota a oscuras el ombligo de Un país

colocado

en el mismo trayecto del sol

 

Todos los cuestionamientos son válidos, el sentimiento de no pertenencia se asocia a la creación. La lirica del verso libre es más evidente al igual que el dialogo de identidad con el exterior. Cito:

Un cacicazgo pasea otros “territorios extraños”

el mendigo sigue extendiendo las manos

comenta y sólo él podía escuchar

espejos comunes de la inducción.

 

La nostalgia yace al lado de la boca del poeta, estalla la rememoración de todo lo que se ha dejado atrás, desde la cotidianidad se buscan palabras para describir el desconsuelo y evocar el caribe desde Norteamérica. Cito:

Los niños se persiguen, juegan

recorren las clases

encuentran bajo las sillas

junto a una ciruela

la mirada triste del profesor

 

 

Pero vuelve la noche y el tono de estos versos es más tenue y evoca ensoñaciones: poesía dentro de la poesía, como una segunda voz respondiendo los enigmas del escriba. Cito:

Y desde “la luna reposada en su lengua”

persiga la forma de la vida,

aún cuando “el verso nervioso”

huye por el lago tranquilo

interrogando aquel “cisne blanco”

 

En suma, podemos acotar que la idea de la inspiración en este poema, se aborda desde una concepción más personal, pero existen algunas referencias externas, como la vieja leyenda alemana que cuenta que el príncipe Sigfrido, entristecido porque debía encontrar el amor entre las doncellas de la corte real, se va de cacería para olvidar su pena y arrancarse del corazón la obligatoria necesidad de hallar un amor forzado. Es entonces cuando, en un lago de un bosque cercano, es testigo de la aparición de su extraño amor: un precioso cisne blanco que se transforma ante sus ojos en una mujer. El príncipe Sigfrido ve a Odette, y sin más que una mirada, queda profundamente enamorado de ella. Cisne de día y mujer de noche, Odette, había sido víctima de un hechizo que sólo podría romperse por quien le jure amor eterno…

 

El versículo que cierra este poema resume simbólicamente cada uno de los elementos que se narran a lo largo del texto. Cito:

La esfera

converge al mar como la noche en mis pensamientos

el océano espejo cerró telón

yo, quedé adentro

atrapado en la noche

 

La misión de la poesía no es tanto la creación de mundos de sentimiento y de fantasía, hablemos de una presencia oculta que se asocia a la idea de lo misterioso y extraño al mundo práctico de nuestra inteligencia: es el sentido que tiene “ese golpe de objetos que llaman sin ser respondidos”.

 

Ciudad de México a 5 de mayo de dosmildoce.


[1] Xavier Villaurrutia. Nocturno (Fragmento). Nocturnos y nostalgias (México; FCE, 1997).

—- Ediciones anteriores: —-

EL JUEGO DE LA PALABRA

Edad de sol

Poemas ilustrados

Elizabeth Torres (New York, USA; 2011)

 

Muchas veces nos hemos preguntado acerca de la existencia y la trascendencia. Si volteamos la vista hacia el cielo, a kilómetros de distancia podemos admirar no sólo astros luminosos, quizá podamos percibir, si el cielo está despejado: que el presente se llena de pasado y el futuro se dibuja en el horizonte.

Para Elizabeth Torres, estas respuestas y preguntas se relacionan con el orden de los sucesos en el universo. Este poemario recoge su nombre y también se divide en cuatro partes, basándose en las facetas de la vida de una estrella, pues estas, no inmutables, pasan por diferentes etapas dependiendo de su masa y al final de su vida; cuando toda la masa fusionable se ha consumido, una estrella normal se puede convertir en un objeto cósmico exótico: un agujero negro, una estrella de neutrones, una supernova, una gigante roja, una enana blanca. Esta teoría, también aplicable a la vida de un humano, nos ha de guiar a lo largo de esta serie de poemas que dan cuenta de la evolución poética de la autora.

La sabiduría natural de la poeta se hace presente desde el primer texto que abre la primera fase: gigante rojo. La madurez alcanza su punto más álgido y en el centro de un país que no es el suyo, surge la fuerza necesaria para aguantarlo todo sin hacerle devaneos a la nostalgia. Cito:

llevo una ciudad en la punta de los dedos

donde todos los habitantes lloran de aburrimiento…

el otro día casi se escapan

me hubieras visto corriendo detrás de ellos de nube en nube

parecían cenizas cuando caían al abismo.

 

Se construyen los caminos, se abren las posibilidades, la poética fluye y es parte de la vida, no hay nada más honesto que las palabras que surgen del yo. La teoría de nada sirvesin el conocimiento que otorga la vida misma. Cito:

hablo de mí, conmigo

digo cosas que antes no sabía que sabía

recorro los mismos laberintos con mirada limpia.

 

En este universo en construcción también se nos plantean referencias místicas y míticas, quizá las preocupaciones más trascendentales del hombre primigenio y el hombre en la antigua Grecia. Cito:

fui arcilla

pero un dios de fuego me tuvo misericordia

(Dios como un alfarero, modela al hombre con barro: nacimiento de Adán)

fui ave

pero acarició mis alas hasta derramarlas

(El mito de Ícaro)

lejos de la fuga

mi música desmentida

se aferra al espejo.

(El mito de Narciso)

 

Pero el séptimo día también forma parte de una construcción, de una vorágine de vida y actitud mecánica y máquinas de parlamentos eternos. Cito:

las voces de las operadoras se entran a la

fuerza por mis orejas.

ahora soy tan de hojalata

como sus uniformes

como sus oficinas y sus casas y sus piernas

pero sobre todo como sus oraciones.

 

La nostalgia ocupa un lugar en el espacio y nos ha dejado su notificación. Cito:

sigiloso aleteo hacia el olvido.

murcielago digiere luciernaga.

sus arterias titilan.

precario equilibrio de dos dioses perdidos.

 

Hemos llegado a la rama horizontal, la era de una peticiónque nos devela su gracia. Cito:

quiero un poema turbio

orfandad de nido roto

que arda y maldiga

la tierra / el cadáver / el intento

bramando de rabia como la sangre

quiero un poema agonizante

que en vez de letras sea ceniza

áspero / antónimo /  indiferente

fastidiado / agobiado / incoherente

que no crea / que no salve / que no arrulle

veneno en cataratas – eso quiero

 

Las palabras claman por los que se fueron, Ricardo como un recuerdo se despide de la vida y sólo queda el rugido de sus tempestades y un exilio en el que la autora ansia redescubrirse. El orden de este caos, ha creado un ritmo, el orden de las palabras no es más que una sucesión de hechos en el orden de la vida y conforma una nebulosa planetaria. Cito:

hay aullidos de estrellas en celo

se aparean con luciérnagas

son dos dimensiones distintas, no pueden-

se van guardando, de dos en dos,

entre las raíces.

Pero también existe la tregua y las negaciones del cosmos, gastritis y la gran llamada a existir, donde la trascendencia no es vital para quien blande esta pluma y escribe estas declaraciones. Cito:

yo sólo escribo

para no cortarme las letras a la fuerza

                 no para ser identificada

                 como parte de una generación

                 ¿cuál movimiento?

 

tartamudean las profecías

encima de las butacas

ami no me falta un tornillo,

(pero si la estructura

del libro de instrucciones

                 a su concepto de animal en acecho)

 

Hemos llegado a un punto en que las formas poéticas se declaran reinventadas en esta serie de textos: el ritmo, la riqueza de imágenes, la retóricase van entrelazando para explotar en la última faceta solar enano blanco, enano negro, la cual recoge no sólo versos de largo aliento, también versos de un crudo realismo. Cito:

en la superficie todo es barro

afuera se asustan

nos separan

nos analizan

publican estadísticas

inventan vacunas

miran asquientos.

 

Parecen los días de neblina y viento helado el mejor momento para conducirse a las alturas de los rascacielos de una gran ciudad y emprender el vuelo, lejos de los sucesos que lastiman, pero ¿Para qué volar, cuando un gato se enrosca en nuestros tobillos y un hechicero no allana el camino para ser felices?

Quien diga que este libro habla de desamor, estará cavando un foso para enterrar su propia lengua. La vida parece no ser una novela rosa. Debemos ahondar en las sabias palabras de Elizabeth Torres y encontrar casi todas las respuestas. Cito:

quien quiere vivir hasta los 80

social security, taxes, educación social, historia patria

                                    [corrupción hasta en las matas,

dicen que el 21 de mayo se acaba el mundo

yo creí que ya se había acabado

díganme como ayudo para que no agonice, pobrecito,

cerremos telones que hace tiempo es hora.

 

 

Mónica González Velázquez

Ciudad de México a dieciocho de noviembre de dosmilonce.

—- Ediciones anteriores: —-

CANTO HONDO de Augusto Rodríguez

(miCielo ediciones, 2013)

Hay golpes en la vida, tan fuertes…Yo no sé. 

Golpes como del odio de Dios.

César Vallejo

Trilogía de versos compuesta por elegías, cantos y éxodos. Los cantos o lamentos de corte funeral, son un subgénero de la poesía lírica, de la cual el poeta dispone en una serie de textos cortos divididos en versículos. Cito:

Elegía 5

Si lees mi sangre hallarás 

todo el horror

                            el hambre 

y la miseria de estas tierras

El desierto es cada vez 

más grande y amplio 

Dios, dime: 

¿por qué no conviertes 

la arena en agua? 

¿las rocas en panes? 

¿la gasolina en vino? 

dame razones para creer en ti

Dios, ya que no poseo sueños 

y soy un aspirante a ateo. 

El personaje lirico, cuestiona la existencia del creador, como una característica esencial del verso elegiaco dístico (escrita en Hexámetros) que podemos encontrar desde la poesía espiral de Ovidio y sus metamorfosis, la cual es una poesía encabalgada, rítmica y mística. Augusto retoma esa tradición y la lleva a la modernidad, sumando lo propio. Cito:

Elegía 7

Dios eres un cante hondo 

en nuestra cicatriz/ en la herida

el párpado es una ventana

que se acentúa 

con el paso de los ángeles

Los labios morados

                                     agrietados

nos señalan 

los cuchillos rojos de tu cielo

El amor no se parece a nada 

aunque a ratos nos duelan

las heridas del vientre

¿un nuevo hijo? 

¿una nueva llaga?

Dios (sólo tú Dios)

sigues siendo un 

c   a  n  t  o    h  o  n  d  o

entre los hombres 

y los ángeles 

que nunca conocieron

el lenguaje de los árboles

el rezo de las hojas amarillas

el grito del amor 

entre dos cuerpos abandonados.

En la segunda parte del compendio la cual se titula Canto hondo; se aprecia un estilo que se originó en Andalucía (España), lo cual proviene de la música flamenca y lejos de ser festiva, exhala pulsiones de muerte. Un escritor que también profundizo en este género fue Don Antonio Machado y Álvarez, quién en el año de 1881, puso el punto final a su antología de cantes flamencos, novecientas coplas del canto gitano de Andalucía. Cito:

Tienen las que son morenas

un mirar tan a lo extraño,

que matan en una hora

más que la muerte en un año.

El día que tú naciste

cayó un pedazo de cielo.

Hasta que tú no te mueras

no se tapará el agujero.

Augusto retoma está versificación libre y recrea en la voz de un personaje existente en la lírica de sus versos. Cito:

Canto 9

Me dirás que miento

cuando me asomo a tu vida

como una nube negra

y llueve pájaros por tu cuerpo

Me dirás que miento

cuando transito en tu oído

y escucho 

las últimas palabras de la historia

Me dirás que miento

cuando te veo 

saltando en mi habitación

así estés muerta

y todavía no lo entiendas.

Sin embargo, la retórica profunda de los versos de este libro, podríamos enfocarnos al Canto sinagogal, un género tanto religioso como profano. Una música antigua y diversa, que ha recibido la influencia de los lugares donde habitaron los judíos de la diáspora. El éxodo o emigración en masa de un pueblo del lugar en el que estaba para establecerse en otro país o región; especialmente, la marcha del pueblo judío de Egipto a la Tierra Prometida. En la tercera parte de este libro, se suma la voz del éxodo, sin la contemplación del personaje lírico. Cito:

Éxodo 3

Los cuerpos se desintegran

por culpa de la violencia 

o por el amor

van dejando sus huellas

en la almohada 

                        o en la tierra

Todo sexo 

es un ángel dormido

en busca de su religión

o de su momento clerical

Los cuerpos se destruyen

con la fricción de la piel

o del beso mañanero

Y ya en la noche

los cuerpos se muerden

se atacan, se agobian

en el clímax

y el orgasmo siempre espera

su premio final

que nunca llega

Versos que lejos de toda explicación teórica, recrean la pérdida de la capacidad de creer en una fe ciega e impuesta desde años atrás.

Me falta un cuerpo 

para creer en ti, Dios

para que no pierda la fe

ni en la esperanza

          en esta tierra melancólica.

La voz cuestiona encuentra momentos sublimes en el uso de estas formas místicas. Canto hondo, es la voz que llama al mundo de los muertos, pero su línea constante es la necesidad de recobrar la fe en el mundo de los vivos.

Mónica González Velázquez

Ciudad de México a 02 de octubre de dosmiltrece

Augusto Rodríguez (Guayaquil, Ecuador, 1979). Periodista, editor y catedrático. Ha publicado los poemarios: Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005), La bestia que me habita (2005), Cantos contra un dinosaurio ebrio (Barcelona, España, 2007), Matar a la bestia –recopilación- (Guadalajara, México, 2007), La gramática del deseo -recopilación- (La Paz, Bolivia 2009/ Monterrey, México 2009/ Neuquén, Argentina 2009), Voy hacia mi cuerpo (Lima, Perú, 2010), La enfermedad invisible (DF, México 2012) y El libro de la enfermedad (Madrid, España, 2013). En cuento: Del otro lado de la ventana (Lima, Perú, 2011). Novela: El cuaderno de K (Lima, Perú, 2011). Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vázquez (2005), el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo (2005), Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2005) y Premio Nacional de Cuento Joaquín Gallegos Lara 2011. Es uno de los fundadores del grupo cultural Buseta de papel. Parte de su obra poética está traducida al inglés, al árabe, al portugués, al catalán y al francés. Editor de El Quirófano Ediciones. Director del Festival Internacional de Poesía Joven IEC (Ileana Espinel Cedeño).

EN LAS HOJAS DEL ARBOL

Mónica González Velázquez (Ciudad de México, 1973). Poeta, artista gráfica, editora y promotora literaria. Estudió Diseño Gráfico en La Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM). Cursó talleres de creación literaria en La Escuela de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Ha publicado los poemarios: Tríptico de desamor, La luz y las sombras altas, Poesía Reunida, Las cosas últimas, Gran mal, Glory box con reedición en Guayaquil, Ecuador; Las eternas rutas y Le mystère de la vulgaire mondes o mejor dicho El misterio de los mundos vulgares. También ha sido incluida en diversas antologías poéticas en México, España y Argentina. En el año de 2010 fue becada por la Agencia de Cooperación Internacional Española en el área de Literatura y obtuvo mención honorífica en los concursos anuales de poesía en Badajoz y en Alicante, España. Es directora de miCielo ediciones, un proyecto especializado en la publicación de poesía en formato de Libro-Objeto. La retrospectiva de su producción de Libros-Objeto, se expusó en la Galería de Diseño Ada Dewes de la División de Arte y Diseño de la UAM-Xochimilco, durante el mes de junio de 2013.

EN LAS HOJAS DEL ARBOL – Mónica González Velázquez

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